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Adiestrando
Canes
Someter a un perro ¿es útil?
El llamado Alpha Roll-Over, Dominance Down, o simplemente Sometimiento, esta demasiado difundido, pero: ¿es realmente útil?
Es muy común ver adiestradores, pseudo-adiestradores, y público en general, someter a un perro mediante el "Alpha Roll-Over" (desde ahora ARO)... esta técnica se aplica tomando del cuello al perro y tirandoló al piso hasta que demuestre sumisión, y las personas que lo practican, lo hacen justificándose con frases como: "es un método natural", "así aprende, por instinto", "así lo haría su madre perruna", o (la mejor frase) "lo vi en televisión, y funcionó". Y si bien todas estas frases pueden ser ciertas, la verdad es que hay un abuso de esta técnica.
Aquellos que hemos tenido la oportunidad de ver como actúan los perros en manada, podemos asegurar que este método es utilizado muy pocas veces (extremadamente pocas). Y que, antes de llegar a este punto, hay muchas otras formas para llegar al mismo resultado, sin la necesidad de revolcar al perro por el suelo.
El objetivo por el que aplicamos el ARO, es enseñarle al perro "quien es el que manda", "quien es el dominante", pero pocas personas saben que es uno de los métodos mas agresivos para hacerlo, y que si no sabemos aplicarlo estamos empeorando la situación. El ARO es una incitación a la pelea, donde el ganador se establece momentáneamente como dominante, y el perdedor como sumiso... pero, si no lo aplicamos de la forma correcta, y en el momento correcto, solo le estamos demostrándo al momentaneamente sumiso que somos un adversario fácil de vencer, y cuando este se sienta mas fuerte, volverá a intentar ubicarse en un escalafón jerárquico superior (y aquí es donde realmente se complica).
Para que se entiende en fines prácticos: si no sabemos como aplicarlo, y el momento justo de hacerlo... es mejor no hacerlo, porque estamos empeorando las cosas. De hecho, hay adiestradores, mejor dicho "personas que han hecho algún curso de educación canina", que abusan de esta técnica para solucionar problemas de conducta, ignorando que lo único que logran es establecerse a si mismos como dominantes ante el perro... y lejos están aún de resolver el problema para quienes los contratan (aunque esto no significa que no sea necesario que el adiestrador lo deba hacer en algún momento).
Entonces, a muchas personas les surge una nueva pregunta: "Si no someto a mi perro ¿Cómo puedo ser el dominante?"
Lo primero que tenemos que saber, es que: no es necesario demostrarle constantemente a nuestro perro "quien manda". Por ejemplo, si estas cenando con un/a amig@, y le pides que te alcance la sal, simplemente te la alcanza... esto no significa que tu eres dominante sobre él, ni han tenido que entrar en un conflicto jerárquico para poder pedirle algo. En los perros es muy similar: para pedirle que se siente, que se baje del sillón, o que te devuelva la pelotita, no es necesario que se lo impongas jerárquicamente.
Por otro lado, hay cientos de formas, mucho menos conflictivas, con las que podemos demostrarle a nuestro perro que "somos los lideres de la manada" (frase mal utilizada, y sobrevalorada).
Antes de continuar, debemos establecer el concepto de dominancia dentro de la jauría.
Los dominantes son los individuos emocional y fisiológicamente mejor adaptados para guiar a la familia, encargados de satisfacer las necesidades que esta presenta, asegurando así la supervivencia de la familia en particular, y de la especie es general. Los perros que son dominantes, han obtenido esta responsabilidad frente a la ausencia de un oponente mejor adaptado.
También hay que tener en cuenta 2 cosas: el perro no es dominante en si mismo, sino que lo es en relación a otros; y aquellos individuos que ocupan este lugar no nacieron, y probablemente, no mueran ocupando este escalafón jerárquico. Es decir, para que el perro sea dominante, debe haber algún individuo que ocupa el lugar de sumisión, y esto puede cambiar en el transcurso de su vida.
A grandes rasgos, el dominante debe ser:
- Físicamente superior. Capaz de imponerse sobre otros miembros de la familia.
- Emocionalmente equilibrado. Un buen dominante no debe ser agresivo ni miedoso ante situaciones que no lo ameriten, como así tampoco debe ejercer su poderío indiscriminadamente. Y por sobre todas las cosas, debe ser coherente (no podemos intentar castigar una situación, que al otro día premiamos).
Por otro lado, este escalafón jerárquico trae consigo privilegios y deberes. El dominante es el responsable de guiar correctamente a la manada/jauría, indicando el momento y la forma en que se deben realizar las cosas, estableciendo objetivos especificos que tenga su valor en la supervivencia. Esto le otorga privilegios como: ocupar lugares preferenciales del territorio, alimentarse primero y en paz, elegir su pareja reproductiva, y reclamar lo que considere de su propiedad (su pareja, alimento, u objetos), entre otras. Y para todo esto, puede terminar usando métodos agresivos.
Yendo a la solución del problema, y respondiendo las preguntas, no es necesario revolcar a nuestro perro por el suelo (pudiendo ser contraproducente si lo hacemos). Lo mejor, y más práctico, es demostrarle al perro que somos seres equilibrados, capaces de guiar correctamente a la familia, exigiendo nuestros privilegios.
Por ejemplo, si nuestro perro se acuesta sobre un sillón (consideremos que es su "preferido"), solo debemos sacarlo esporádicamente para sentarnos nosotros (no es necesario que lo saquemos siempre que se suba, y solo debemos hacerlo para sentarnos nosotros, reclamándolo como "nuestro"). Debemos comer primeros, y en paz, evitando acceder a sus demandas mientras lo hacemos (no hay que darle de nuestra comida cuando estamos comiendo porque "él nos lo pide"). Y tenemos que ser nosotros quienes propongamos las actividades, es decir, no debemos acceder a jugar cada vez que nuestro perro nos trae una pelota, al mismo tiempo que debemos proponer el juego con la pelota cuando nuestro perro está haciendo otra cosa.
Los 3 tip's de los dominantes:
- Elegir el mejor lugar de descanso.
No significa que el perro no pueda dormir en nuestra cama. Solo debemos hacerle saber que nosotros podemos reclamar el lugar cuando queramos, y para eso, debemos sacarlo y no dejarlo que suba.
- Alimentarse primero, y en paz.
Muchas veces los horarios de comida no coinciden con el de nuestro perro, porque es mas practico para la rutina diaria. Lo importante es, cuando nos sentamos a comer, no ceder cuando nos demande nuestro alimento o atención. No importa que llore, grite o patalee... cuando estamos comiendo, no le prestamos atención.
- Proponer actividades, y sus reglas.
Lo debemos sacar a pasear cuando querramos/podamos, y debemos ir hacia donde nosotros querramos (no debemos ir detras de la correa, volando hacia todos los árboles que hay en camino). Y debemos ser nosotros quienes iniciemos, y finalicemos, los juegos.