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Humanización Canina

 

Mucho se habla de "humanizar a un perro", y de lo bueno o malo que puede ser esto.

Pero ¿qué es humanizar a un perro?, ¿que daño le puede hacer?, ¿como evitarlo?

 

Voy a comenzar este articulo haciendo referencia a una estadística: más del 50% de las personas que se contactan con Adiestrando Canes, tienen perros con problemas de conducta a causa de la humanización sufrida. Esto da claros indicios de que la humanización canina, es un problema que afecta en la convivencia de muchas personas y sus mascotas. Pero cabe aclarar que no toda humanización va a derivar en un problema de conducta, ni que todas las conductas indeseadas tienen como raiz del problema la humanización.
 

Si bien el termino correcto sería antropomorfismo, vamos a llamarlo humanización. Y esta humanización canina es, simple y sencillamente, atribuirle a nuestro perro características o cualidades exclusivamente humanas. En un principio, hay determinadas características que creemos humanas, pero que no son necesariamente una humanización. Un ejemplo claro se dá a la hora de hablar de las emociones. Debemos saber que todos los mamíferos contamos con el sistema límbico (el cerebro primitivo) quien es el encargado de generar emociones como el miedo, la angustia, alegría, placer, etc. Pero esta nota se va a centrar en la parte mas coloquial de la humanización. 

Cuando escuchamos el termino "humanización", nuestra mente viaja hacia una definición: "tratar al perro como a una persona". Con esta base, podemos estar humanizando a nuestro perro de distintas maneras: desde la forma de tratarlo, de comunicarnos, alimentarlo, cuidarlo, o hasta pre-suponiendo que el perro debe adoptar  naturalmente determinados comportamientos. Antes de dar los ejemplos mas comunes, y para no ahondar en la

connotación psicológica de esta conducta, vamos a considerar que las personas humanizamos a nuestros perros  por simple ignorancia a la hora de tratarlos... y no debemos sentirnos mal por eso.

 

Los mas estudiosos del antropomorfismo, dividen las conductas de las personas en: 

- Nominalización (darle nombre propio al perro) 

- Atribución de cualidades cognitivas y motivacionales a los comportamientos animales (son las personas que creen que, el humano y el perro comparten la forma de aprender e interpretar las situciaciones, bajo el mismo razonamiento conciente, o que desarrollan actitudes bajo las mismas motivaciones)

 - Asignación de características físicas o emocionales a los animales (es cuando una persona adjudica la explicación de una conducta del perro, basada en un razonamiento humano, por ejemplo: la valentía -afrontar un suceso aunque le genere miedo-, donde la explicación real es que, si el perro tuviera miedo no lo enfrentaría, la diferencia es que el perro es inconciente del peligro). 

- Elementos audiovisuales antropomórficos (es la forma antropomorfica por excelencia, y de mayor auge actualmente, y los ejemplos mas comunes son: vestir al perro, proporcionarle un hogar propio o cucha, y las condiciones estéticas -baños, cortes de pelo-)

 

Para que identifiquemos mejor cada situación, intentaré armar una explicación llena de ejemplos cotidianos.

El primer ejemplo, en el que todos debemos declararnos culpables, es ponerle nombre. De esta simple forma comenzamos con la humanización de nuestro perro, considerando que a "Lola" le debemos dar un nombre que la identifique, y la diferencie del resto. La realidad es que "Lola" ya tiene una identidad, pero solo puede ser percibida con el olfato, algo que resulta imposible para los humanos ya que tenemos muy poco desarrollado este sentido. Los perros están muy lejos de utilizar sonidos para diferenciar un individuo del otro... es por eso que se acercan a olfatearse, para conocerse. Es impresionante la información que pueden transmitirse los perros con simplemente olerse (edad, sexo, lo que comio, si tiene o tuvo alguna enfermedad, etc), y ese es el "nombre" de nuestro perro.
Entonces, decirle "Lola" o "Bobby", es humanizarlo... pero esta humanización ¿puede ser perjudicial para nuestra mascota? No, es imposible que tenga una connotación negativa en el perro, o en nuestra relación con él, siempre y cuando no pre-supongamos que Bobby nos preste atención cuando lo llamamos por su nombre.

La mejor forma de capitalizar esta conducta que todos desarrollamos, es enseñandole a nuestro perro que: "Bobby" significa "ven hacia mi".

Siempre me gusta decir que todos los perros se llaman "Toma!", porque aprendieron que cuando decimos "Toma!" les damos un premio (normalmente una galletita o un pedacito de comida). Si en lugar de decir "Toma!", le dijeramos su nombre, obtendríamos que "Bobby" o "Lola" responden cuando los llamamos. Pero OJO!, si usamos el nombre para todo, pierde su efecto, es decir, si empezamos con el: "bobby veni", "bobby anda", "bobby sali", "bobby entra", "bobby traé", "bobby solta", "bobby NO!", "bobby bajá!", "bobby subi!".... Bobby no termina entendiendo lo que significa "Bobby".

 

Otros ejemplos bastante frecuente son:

- Bañar y cortarle el pelo a nuestro perro: El corte de pelo, es una humanización en si misma, ya que se lo cortamos a nuestro gusto (por comodida, por estética, o por lo que sea). Y como dijimos un par de lineas antes, los perros se identifican a través de sus olores, el hecho de bañarlos, y "sacarles el olor a perro", es otra humanización... a ellos no les molesta ese aroma. Si bien modificamos un poco el aroma natural de nuestra mascota, o su estética, esto tampoco trae aparejado problemas.

 

- Vestirlo: Es comprensible que le pongamos ropa en un invierno cruel, si nuestro perro vive en un patio donde no tiene reparo del frio. Pero debemos saber que, en rangos considerables, el perro no sufre del frío. Por otro lado, sufre mucho del calor, por su capacidad reducida de disminuir la temperatura corporal... es decir, esta humanización puede ser perjudicial para la salud de nuestro perro si le ponemos ropa durante el verano (muy frecuente en perros de razas chicas).

 

- Darle una cucha: La razón por la que le damos una cucha al perro, es darle refugio para situaciones climaticas adversas, y que así  pueda descansar tranquilo. Es decir, la cucha sirve para darle un techo que lo proteja de la lluvia, o un lugar a la sombra para los días de un fuerte sol. Considerando que las cuchas, o cacetas, comerciales suelen ser de fibra de vidrio, o de metal (de chapa), imaginen como puede descansar un perro con el tremendo ruido de la lluvia golpiando el techo de esa pequeña caja acustica, o imaginenló durmiendo dentro de un verdadero horno en los días de sol. Y todo esto, sin considerar que el formato de una cucha es netamente alusivo al clasico formato de una casa humana (pidanlé a un niño de 7 años que dibuje una casa, y dibujará una hermosa cucha para perros).

 

 - Cocinarle lo mismo que a nosotros: En este caso, siempre y cuando se tenga en cuenta el balance nutricional, como asi también la toxicidad de algunos alimentos (como el chocolate), no hay inconvenientes con cocinarles. Comienza a haber inconvenientes cuando el perro se toma el atrevimiento de pedir comida cuando las personas estamos comiendo, o cuando directamente el perro come sentado en una silla y con el plato sobre la mesa. Es importante mostrarle a nuestro perro que tiene su lugar especifico para comer, al mismo tiempo de que debe comer en el momento en que nosotros se lo indiquemos.

 

 - Explicarle cosas a nuestro perro: Hablar con nuestros perros es mucho mas normal de lo que la gente supone. Y no tiene nada de malo. De hecho, esta humanización no tiene connotaciones negativas, y mejora el vínculo generado con nuestro perro. Pero hay personas que se sientan a explicarle a "Bobby" que "estuvo muy mal que haya roto la pata de la silla, porque son caras, y cuesta mucho comprarla", o peor aún, se lo gritan desesperadamente, para que "lo entienda

mejor".

Por un lado, tenemos que comprender que nuestro perro no sabe hablar español, ni inglés, ni alemán, ni ningún idioma humano, entonces no podemos pretender que el perro haya aprendido con una simple explicación (es muy común escuchar a las personas decir: "ya se lo EXPLIQUE de mil maneras, y no aprende!!!"); pero por otro lado, los perros comprenden muy bien el lenguaje corporal, y cualquier cosa que le digamos a nuestro perro puede ir acompañada del

gesto condescendiente para que el comprenda nuestro mensaje, por ejemplo: cuando lo estamos retando, no hay que reirse para mandar el mensaje correcto, (también es muy común escuchar "el sabe cuando estoy mal, y no sabes como me acompaña!!!"... y es correcto, porque se lo hemos dicho en un idioma que él comprende, el gestual).

Hasta aquí hemos explicado un par de ejemplos que no traen aparejado problemas de conducta, o inconvenientes serios para el perro, pero hay humanizaciones que pueden acarrear problemas.

Un ejemplo por el que suelen consultar, es el caso de que el perro duerme en la cama. En si mismo, no hay ningún inconveniente en que un perro equilibrado duerma en la cama, pero es absolutamente desaconsejable si el perro tiene problemas jerarquicos, o si en algun momento vamos a querer que deje de hacerlo.

Lo mismo sucede en el caso del perro que se "apoderó" de un sillón de la casa, puede tomar este objeto como símbolo de dominancia, o simplemente considerarlo de su propiedad... el problema aparece cuando nosotros queremos utilizar ese lugar de descanso, y nuestro perro no esta de acuerdo con nuestra idea. Lo más común es que este problema termine en una agresión física del perro para/con su tutor. Y lo más recomendable es que nunca dejemos que nuestro perro se suba a la cama o a los sillones, o por lo menos que le enseñemos que solo puede hacerlo si nosotros le pedimos que lo haga, y que se baje cuando se lo indicamos, así evitaremos que aparezcan sucesos indeseables.

Por último, la humanización que a mi humilde parecer es la mas grave: pre-suponer que el perro debe, y sabe, adaptarse a nuestra vida y sociedad. Este tema es muy amplio, y tiene muchas aristas para desarrollar. Aquí enumero los aspectos mas importantes o más frecuentes, y después explico la actitud correcta ante esa situación: 

 1- El perro se cruza la calle: he escuchado frases como "mi perro es un tonto, no sabe cruzar la calle... lo van a chocar". 

 2- Ansiedad por separación: esto lleva a ruidos molestos, que rompa cosas, y hasta la autoflagelación.

3- Destrucción de objetos: (en nuestra presencia, o no) Una frase muy común es: "es un desagradecido, le compro el mejor alimento, gasto mucho dinero en el veterinario... y despues me termina rompiendo todo".

 4- Falta de ejercicio: Una frase muy común es: "tiene un patio enorme para correr".

 5- Falta de socialización: Hay varios motivos por el cual la gente se excusa de la falta de socialización de su perro, y los mas comunes son: "todos los perros le ladran a mi perro", "no tengo tiempo para ir a la plaza", y la peor de todas "no le hace falta".

 6- Salta sobre la gente.

 

NOTA: Antes de detallar el porque sucede cada una de las situaciones, que hacer al respecto, y como evitarlas, quiero recordarle al lector que: "usted adoptó/compró a un perro, por ende, tomo la absoluta responsabilidad de satisfacer todas sus necesidades (nutricionales, sanitarias, físicas y emocionales).

Creer que nuestro perro es quien debe adaptarse a nuestra forma de vida, o a nuestra sociedad, es simplemente ilógico.

Pretender que un perro aprenda costumbres netamente culturales, sin que nosotros se las enseñemos, no tiene sentido.

 

Y aquí va la explicación con los ejemplos antes enumerados: 

 1- El perro se cruza la calle: Lo mismo que sucede con un niño, debemos enseñarle el riesgo que tiene el cruzar la cinta asfaltica en el momento equivocado. Pero a un niño, a medida que crece, le podemos enseñar que "el metal de un automovil es mucho mas resistente que la carne de nuestro cuerpo", y que en una colisión nosotros "salimos perdiendo".

Muchas veces pareciera que ni las personas adultas manejaramos estos conocimientos sobre física, ¿por qué debemos presuponer que un perro si debe manejarlos?... un perro que ni siquiera sabemos si es capaz de razonar que un objeto sin vida (el auto) es capaz de moverse y transportar a personas en su interior. Este razonamiento es netamente humano (sin considerar que hace 300 años ni las personas manejabamos la idea de la existencia de un automotor), y considerar que el

perro debe razonar de la misma manera es un error.

Las actitudes que debemos adoptar en esta situación es muy simple: al perro se lo debe pasear con correa, y si lo soltamos en un espacio abierto, debemos enseñarle previamente a no cruzar la calle sin nuestro consentimiento. 

 2- Ansiedad por separación: Los perros no conciben la idea de que la familia deba disgregarse, excepto cuando los padres deben ir a buscar alimento, pero para eso tienen un pequeño ritual. Si nosotros no le mostramos que debemos irnos, de la forma que ellos comprendan, el perro pensará que está siendo abandonado, y esto genera conductas indeseadas. Sin ahondar mucho en la explicación, el perro comprenderá que debemos irnos si: no interactuamos con ellos durante los últimos 20-30 minutos antes de irnos (no los tocamos, no les hablamos, no los acariciamos, no nos despedimos, ni siquiera debemos mirarlo)

Saludar antes de irnos, es una cuestion cultural, netamente humana. 

 3- Destrucción de objetos: Lo primero que tenemos que tener en cuenta, es que los perros no tienen ni idea del valor monetario de lo que estan destruyendo, ni les interesa tenerla. Esa idea de darle un valor monetario a las cosas (y que eso sea importante) es netamente humano. Lo unico de real valor para un perro, es la familia.

Si está rompiendo algo, es porque está necesitando descargar su energía contra algún objeto (los perros descargan mucha energía mordiendo), y la mejor opción para solucionar esto, es darle el objeto apropiado (un hueso de carnicería, o de los que se consiguen en las veterinarias o pet-shop). Si nuestro perro siente curiosidad por algún objeto en particular, enfocará su atención en él, y probablemente lo termine rompiendo.

Algo muy frecuente es que rompa zapatos, ropa interior, o sabanas y almohadas.... y suele hacerlo cuando no estamos presentes. Esto sucede porque se sienten abandonados (ansiedad por separación), y tras "buscarnos" dentro de la casa, terminan agarrando las cosas que tienen mas impregnado nuestro olor.

 4- Falta de ejercicio: Las personas tenemos la costumbre de confundir "hacer ejercicio" con "tener espacio para hacer ejercicio". Y consideramos que por el simple hecho de tener espacio para hacer ejercicio, el perro lo hará.

Suponemos que un patio de 10 x 40 metros (con suerte), es suficientemente llamativo para que el perro corra, juegue, y se divierta. Pero no es asi. Y en este caso, voy a dar un ejemplo transpolable a las personas: Si dejamos a un niño solo en un patio un día, imaginara una actividad; al otro día creará una nueva... pero pasado un tiempo, no solo las ideas comienzan a acabarse, sino que le resultará insuficiente la ejercitación que haga. Al igual que un niño, el perro necesita hacer ejercicio de forma estructurada, necesitará un juego con reglas (jugar al futbol, salir a correr una distancia determinada, o caminar durante 20 minutos). 

 5- Falta de socialización: Tanto las personas, como los perros, somos especies sociales. Necesitamos estar en contacto con otros individuos. Pero se suele dar el caso de que lleven a pasear a su mascota y no le permitan conocer a otros perros por miedo (se suele dar en perros de talla chica, que son levantados ante la presencia de perros mas grandes). Este miedo es netamente humano, ya que los perros no discriminan por tamaño, raza, o sexo.

Hay que considerar que los perros necesitan estar en contacto con otros perros y personas, y que necesitan aprender relacionarse con ellos. La mejor manera de hacerlo, es que ellos se acerquen y aprendan a conocerse.

 6- Saltar sobre la gente: Esta conducta es indeseable en la mayoría de los perros, no obstante es premiada por las personas. Los perros, cuando son chicos, aprenden a pedir caricias cuando se paran en 2 patas, porque cuando era cachorro, al hacerlo, los acariciabamos y no nos molestaba. El problema aparece cuando el perro crece, y deja de ser agradable que un perro (ahora de 30kg) salte sobre nosotros. Es importante comprender que esta actitud se la enseñamos nosotros (las personas), y que es ilógico que el perro deje de tener esta conducta que tantas veces fue estimulada y premiada. Este es un razonamiento que no tienen los perros, de hecho, es incapaz de comprender el motivo por el cual nos empezó a molestar esta conducta. La mejor opción es enseñarle a que deje de saltar (siempre con premios, nunca con castigos).

 

En fin. La humanización en si misma NO ES MALA, siempre y cuando no se vaya en contra de la naturaleza del perro. Nunca debemos olvidarnos que el perro tiene necesidades y conductas propias, que pueden ser muy distintas a las humanas (por ejemplo, oler la cola de otro perro) y la humanización puede provocar conductas indeseadas.Por último, el gran problema problema de la humanización aparece cuando las personas pretendemos que los perros piensen y razonen como un humanos. 

 

Antes de pedirle a nuestro perro que "se ponga en nuestros zapatos", deberíamo ver a través de sus ojos.

 

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